La Cocina Italiana: Introducción

El ideal de la belleza clásica podría resumirse en un par de aspiraciones concretas: elegancia y sencillez. Con muy pocos elementos, trabajados con maestría y adornados con viva imaginación, el artista clásico produce la obra inmortal. Veamos cómo trabaja frente a su lienzo el maestro italiano del Renacimiento. Sobre la mesa del taller tiene unos cuantos colores simples, unas tierras ocres robadas a la naturaleza, azules y blancos preparados con misteriosas recetas de alquimia, negros de marfil y de humo que producen grises transparentes cuando se aplican en la tela. El personaje central del cuadro puede ser una madonna, un cardenal o un feroz condottiero; da lo mismo. Los hombres no son nada sin su circunstancia, y la carne necesita un entorno que explique el misterio de su palpitante silencio. Por eso en el horizonte, como un soplo delator, aparece el paisaje: la colina, el ciprés, el matorral mediterráneo Y por la misma razón el pintor ha prestado especial atención al...

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