La cautiva

Cautiva que entre cerrojos, frente a la angosta ventana dejas espaciar los ojos por la campiña lejana, ¿de qué te sirve tener en el pecho un ansia viva, si eres libre para ver, y para volar cautiva? Siento mayor la amargura de tu mal cuando te veo con las alas en tortura y en libertad el deseo. Preso el pie y el alma alerta… ¡Qué morir frente a la vida! ¿Para qué ventana abierta si no hay puerta de salida? Alma cautiva y hermana que en la campiña lejana dejas espaciar los ojos, ¡que te quiten los cerrojos o te cierren la ventana! (Parábolas y otros poemas) Selección de poesía de Enrique González Martínez El orto - Marina - Irás sobre la vida de las cosas - Spleen - Cuando sepas hallar una sonrisa - Tuércele el cuello al cisne - Los días inútiles - La hilandera - Página en blanco - Parábola del huésped sin nombre - La cautiva - Danza elefantina - Ánfora rota - Dolor - Soledad tardía - Primer canto - Último viaje - El encuentro - A un alma...

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