La Cartuja de Parma: X

La Cartuja de Parma: X de Stendhal Fabricio, meditando así sobre la moral, saltó a la carretera que va de Lombardía a Suiza. En este sitio la carretera está a cuatro o cinco pies más baja que el bosque. Si mi hombre se asusta, pensó Fabricio, toma el galope y me deja plantado como un tonto. En este momento estaba a diez pasos del criado, que ya no cantaba. Vio en sus ojos que tenía miedo y que quizá iba a volverlos caballos. Sin haber tomado aún una decisión, Fabricio dio un salto y cogió la rienda del caballo flaco. -Amigo mío -dijo al criado-, no soy un ladrón vulgar, pues voy a empezar por dar a usted veinte francos; pero me veo en la obligación de tomar prestado este caballo. Me matan si no me largo a escape. Detrás de mí vienen los cuatro hermanos Riva, esos cazas dores que sin duda conoce usted; acaban de sorprenderme en el curto de su hermana; salté por la ventana y aquí estoy. Han salido al bosque con perros y escopetas. Me había escondido en ese...

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