La Cartuja de Parma: VII
La Cartuja de Parma: VII
de Stendhal
La historia de los cuatro años que siguieron tendría que
hacerse con detalles de la vida cortesana, por el estilo de los
que hemos relatado. Todas las primaveras, la marquesa del
Dongo venia con sus dos hijas a pasar dos meses al palacio
Sanseveriná o a la villa de Sacca, a orillas del Po. Había momentos
muy tiernos; se hablaba de Fabricio. Pero el conde
no quiso permitirle nunca una visita a Parma. La duquesa y
el ministro hubieron, sin duda, de remediar algunas locuras;
pero, en general, Fabricio seguía con bastante prudencia la
línea de conducta que se le había trazado: un gran señor, que
estudia teología y que no cuenta con su virtud sola para ascender.
En Nápoles se dedicó con gran placer al estudio de
la antigüedad; hacia excavaciones, y esta pasión casi habla
sustituido a la de los caballos. Había vendido sus caballos
ingleses para continuar sus excavaciones en Misma, en donde
había encontrado un busto de Tiberio joven,...
Está viendo el 2% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas