La Cartuja de Parma: IV

La Cartuja de Parma: IV de Stendhal Nada pudo despertarlo ni los tiros que estallaban al lado del carricoche, ni el trote del caballo fustigado con toda su alma por la cantinera. El regimiento, atacado de improviso por nubes de caballería prusiana, había creído todo el día que el ejército francés era el vencedor; ahora se batía en retirada o, mejor dicho, huía hacia Francia. El coronel, joven arrogante y peripuesto, que acababa de tomar el lugar de Macon, murió de un sablazo; el comandante que le sustituyó en el mando era un anciano de cabellos blancos; mandó hacer alto. -¡Car!... dijo a los soldados, en tiempos de la República, esperábamos para largarnos que nos obligara el enemigo... Defended el terreno palmo a palmo; dejaos matar gritaba entre juramentos; es ahora el suelo de la patria el que quieren invadir esos prusianos. El carricoche se detuvo. Fabricio despertó súbitamente. El sol se había puesto hacia ya mucho tiempo; quedóse asombrado de ver que ya era...

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