La Alpujarra:18

La Alpujarra Tercera parte: Capítulo 3 de Pedro Antonio de Alarcón - III - La nueva primavera.- Coronación de Aben-Humeya.- La Venta de Torbiscon.- Torbiscon y su rambla.- Algunos peñones sueltos Nuestra caminata de aquel día había de ser una continua serie de transiciones y contrastes.- Nada más natural, estando, como ya estábamos, enfrascados en la tierra clásica de los accidentes topográficos, de las bajadas y subidas, de las quebradas y los promontorios.- La Alpujarra tenía que resultar digna de su nombre. Por ejemplo: en aquel instante, cuando aún abrumaban nuestra imaginación las escabrosidades del Puerto de Jubiley, recorríamos ya alegremente un apacible vallecillo, en que todo era inocente y delicioso, y donde experimentamos una emoción tan melancólica como dulce. Hasta entonces, los árboles más subordinados al influjo primaveral; los que sienten correr su savia en febrero; los que ven hinchadas sus yemas en marzo; los que computan las estaciones...

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