Juvenilia - Capítulo 29

Juvenilia - Capítulo 29 de Miguel Cané Como escribo sin plan y a medida que los recuerdos vienen, me detengo en uno que ha quedado presente en mi memoria con una clara persistencia. Me refiero al famoso 22 de abril de l883, en que crudos y cocidos estuvieron a punto de ensangrentar la ciudad; los cocidos por la causa que los crudos hicieron triunfar en l880, y recíprocamente. Yo era crudo, y crudo "enragé". Primero, porque mis parientes, los Varela, uno de los cuales, Horacio, era como mi hermano mayor, tenía esa opinión, según leía de tiempo en tiempo en La Tribuna, y en segundo lugar, porque la mayor parte de los provincianos eran cocidos. Queda entendido que yo me daba una cuenta muy vaga de mi manera de pensar, pero como había que sostener mis opiniones a moquetes más de una vez, la convicción había concluido por arraigarse en mi espíritu. El día citado había una excitación fabulosa en el Colegio; después de muchas tentativas infructuosas, conseguimos...

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