Julio César

Pontífice en el año 73 a.C. (tenía entonces veintiocho años), empezó su cursus honorum en el año 68 (cuestor en España, y después en la Galia transpadana). Años después formó parte, junto con Pompeyo y Craso, de uno de los triunviratos (60), y fue elegido sucesivamente cónsul (59), se atribuyó el gobierno de Iliria, la Galia Cisalpina y la Narbonense, y emprendió la conquista de la Galia bárbara (58-51). A su vuelta, después de atravesar el río Rubicón, marchó sobre Roma, lo que provocó la guerra civil (49-45), en lucha con Pompeyo. Su rival huyó a Oriente tras la derrota de Farsalia (48), con lo que César quedó como único dueño del mundo romano (dictador entre 48 y 44). Después de otorgar a Cleopatra el trono de Egipto (entonces sometido), redujo las últimas tropas de Pompeyo en Tapso (África) en el año 46, y en Munda (Hispania) en el año 45. Jefe del Imperio, emperador, dictador y censor a perpetuidad (44), acumuló poderes que hicieron de él un verdadero soberano. Fue un gran general y político hábil, así como autor de célebres comentarios: Sobre la guerra de las Galias, Sobre la guerra civil. Víctima de una conspiración patricia, fue apuñalado por Casio y Bruto en el Senado.