Juan Moreira: 08

Juan Moreira El nido de desventuras de Eduardo Gutiérrez Moreira, siempre negándose a huir como se lo aconsejaban Marta y Santiago, permaneció en el rancho esperando la vuelta del amigo Julián, que ya tardaba mucho. Los días pesaron así, siempre esperando, sin que el amigo Julián diera señales de vida, lo que hacía agolpar al espíritu del paisano mil dudas agitadas. ¿Habría muerto Vicenta? ¿Habría sucedido una desgracia al pequeño Juan? ¿Habrían mandado a ambos a la cárcel de Buenos Aires a pagar sus culpas y delitos? Estas dudas tenían sumido al paisano en una amarga ansiedad; hubiera sacrificado su libertad misma, a trueque de tener noticias tranquilizadoras de aquellos desgraciados. Moreira pasaba el día entregado a estas cavilaciones, no comía, tomando por único alimento el eterno mate, sin cuyo desayuno un paisano es completamente hombre al agua. A la noche daba de comer al caballo, que estaba siempre ensillado, aunque con la cincha floja; daba de...

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