Juan Martín El Empecinado : 8

Juan Martín El Empecinado : 8 de Benito Pérez Galdós Mi compañero y yo nos retiramos a nuestro alojamiento, donde disfrutábamos la compañía de los más respetables individuos de aquel ejército. Ocupeme primero en escribir a la Condesa, de quien había tenido carta dos días antes con nuevas poco satisfactorias, y luego pensé en dormir un rato. Estábamos en una anchurosa estancia baja. Junto al hogar, el Sr. Viriato contaba al amo de la casa las más estupendas mentiras que he oído en mi vida, todas referentes a fabulosas batallas, encuentros y escaramuzas que harían olvidar los libros de caballerías, si pasaran de la palabra a la pluma y de la pluma a la imprenta. Oía todo el patrón con la boca abierta y dando crédito a tales invenciones, cual si fueran el mismo Evangelio. El Sr. Pelayo roncaba en un rincón y no se sabía el paradero del gran Cid Campeador ni de la...

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