Juan Martín El Empecinado : 4

Juan Martín El Empecinado : 4 de Benito Pérez Galdós -A esos barbilindos que ha traído usted -me dijo mosén Antón, mirando hacia abajo como quien está en lo alto de una torre-, ¿se les puede confiar una comisión delicada? -Sí, mi coronel -respondí-. Ya saben lo que se hacen. -Una comisión delicada -repitió-, por ejemplo, tapar la salida de un pueblo, poniéndose como muralla de carne desde una casa a otra. -Haremos todo lo que se nos mande, pues para eso hemos venido. Mientras esto hablábamos miré al jefe de la partida, el cual con las manos cruzadas sobre la barriga, aflojadas las riendas del caballo y dejándole marchar pausadamente, se había sumergido en beatífico sueño. Despierto, vigilante, inquieto como un sabueso que adivina la presa, mosén Antón escudriñaba con sus ojos de buitre el estrecho horizonte del valle por donde caminábamos y las cercanas colinas....

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información