Juan Martín El Empecinado : 23

Juan Martín El Empecinado : 23 de Benito Pérez Galdós -Vaya usted preparando su espíritu con esos recuerdos -le dije-, y al fin comprenderá que no tiene otro camino que pedir perdón a D. Juan de esa gran villanía que usted cometió en un momento de despecho. Todos los hombres tienen un mal cuarto de hora. -No... nada de perdones -repuso dejando caer la cabeza sobre el pecho-. Juan me ha tratado mal. Tiene envidia de mis hazañas. ¡Oh! Si le hubiera yo cogido anoche, le habría dicho: «Ea, Sr. Empecinado, ¿de qué le valen a usted esos humos? Ya está usted a merced de mosén Antón... Abajo esos galones y váyase usted a su casa». Le hubiéramos perdonado, tomando yo el mando de toda la gente, pues así lo concerté con Albuín. -Dios protegió al soldado leal y la traición victoriosa por un momento es despreciada porlos mismos enemigos. ¿Hay en el mundo un ser más...

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