IX. El Segundo Viaje Colombino

Introducción

Armadura de Cristóbal Colón.

MIENTRAS se preparaba la segunda flota, don Cristóbal Colón fue magnificado y sublimado al máximo. Ya podía figurar entre los primeros de la Corte con todo derecho, pues los Reyes Católicos lo elevaron al más alto rango, dotándole de un escudo de armas en el que figuraban el león y el castillo, que eran símbolos reales. Para que viviera de acuerdo con su categoría, se le dotó con mil doblas de oro y el derecho de alojarse con cinco criados dondequiera que fuese, pagando sólo la comida al precio corriente. Se le ratifica en todos los títulos y privilegios que le confieren las Capitulaciones de Santa Fe y es nombrado Capitán General de la segunda flota de las Indias. Pero la organización del segundo viaje correría a cargo de la Corona y la persona encargada de hacer los preparativos propios fue Juan Rodríguez de Fonseca, arcediano de Sevilla. De este hombre escribe Las Casas: «Don Juan de Fonseca, aunque eclesiástico y arcediano, y después de este encargo que le dieron los Reyes de las Indias, fue obispo de Badajoz y Palencia, y, al cabo, de Burgos, en el cual murió, era muy capaz para mundanos negocios, señaladamente para congregar gente de guerra para armadas por el mar, que era más oficio de vizcaíno, que de obispos, por lo cual siempre los Reyes le encomendaron las armadas que por la mar hicieron mientras vivieron.»

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