Ivanhoe: Capítulo IX

Ivanhoe de Walter Scott «Su porte majestuoso por reina del torneo la proclama.» D. Los maestres de campo, Guillermo de Wyvil y Esteban de Martival pasaron los primeros a felicitar al caballero desheredado, rogándole al mismo tiempo que les permitiese desabrocharle el yelmo, o al menos alzarle la visera, para ser conducido a recibir de mano del Príncipe Juan el premio del torneo, que tan bien había ganado. El vencedor rehusó ambas cosas con la mayor cortesía, recordándoles las razones que había expuesto a los heraldos antes de entrar en la liza. Los maestros de campo se dieron por satisfechos con esta respuesta, porque en aquellos tiempos era muy común entre los caballeros la promesa de vivir incógnitos durante cierto tiempo o hasta llevar a cabo alguna aventura. Por eso no insistieron los maestros en su demanda, y pasaron a anunciar al Príncipe Juan que el vencedor deseaba no ser conocido, y pidieron permiso para presentarlo a Su Alteza. Este misterio excitó...

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