IV. Mister Jackson. The Eight Lancashire Lads

Introducción

Chaplin, en sus comienzos, manejando una marioneta


ERA un espectáculo amable y divertido. En España se habría llamado «Los ocho muchachos de Lancashire». Míster Jackson, el señor Jackson, era el director de la compañía. El espectáculo consistía en ocho chicos que bailaban y cantaban en teatrillos. El pequeño Charlie, que ya había cumplido ocho años, se unió a ellos porque su padre conocía al señor Jackson y éste se había interesado por el chico. Bailar claqué no era fácil; Charlie tuvo que ensayar cincuenta días antes de incorporarse al espectáculo. No lo hacía nada mal, tampoco era el favorito, pero su sonrisa abierta le permitía apoderarse instantáneamente del corazón del público. Sin embargo, eran sólo ocho niños que bailaban sobre un tablado para que una recua de inactivos adultos rieran y pasaran un buen rato. Una forma, como otra cualquiera, de matar una tarde aburrida.

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