IV. La Astucia de Cortés

Introducción

Cortés, sentado a la mesa con los embajadores de Moctezuma en Villa Rica

Se dice que Cempoalla tenía de veinte a treinta mil habitantes; ésa es la evaluación más moderada y la que más se aproxima sin duda a la realidad. El pequeño ejército atravesó lentamente y en silencio las calles estrechas y repletas de indios. El cacique salió de su morada para recibir a sus huéspedes; se apoyaba en los de los suyos. Dispensó a Cortés y a sus acompañantes una amistosa acogida, y, después de un leve cambio de saludos, dio por alojamiento al ejército un templo vecino donde, sobre un patio espacioso, se abrían numerosas habitaciones que se ofrecían como excelente cuartel para los soldados.

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