IV. Julio II

Dos «terribles» frente a frente

Quiso el destino que dos «terribili» se encontraran. Cada uno iba a encontrar en el otro la horma de su zapato. Una mutua atracción les acercaba; ambos se proponían, en sus respectivos campos de acción, realizaciones colosales; ambos trabajaban con una fuerza arrolladora, y ambos pasarían a la historia como dos hombres fuera de lo común. No obstante, el choque de dos voluntades tan firmes, de dos caracteres indomables, sería terrible cuando las circunstancias les enfrentasen, cosa que, como veremos, sucedió con harta frecuencia, llevando siempre Miguel Angel la peor parte.

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