Ismael : 49

Ismael : 49 de Eduardo Acevedo Díaz Este «exceso de energía» del movimiento, no previsto ni susceptible de ser dominado, asignaba por la fuerza misma de las cosas un sitio de preferencia en la escena a la prepotencia personal. Del pago salió la partida, con su teniente; y de todos los pagos surgió la hueste, con el caudillo. El país quedó así resumido en un guarismo imponente, una unidad de voluntades dóciles a su vez a la inspiración de uno sólo: -todas las resistencias locales rindiéndose al prestigio del renombre, todas las desobediencias activas identificándose al fin en el solo sentimiento de la independencia individual- como un haz de dardos enconados bajo una mano de hierro, que al ser distribuidos en el combate a impulso de los resabios de herencia, tenían fatalmente que producir la más sangrienta crisis purgadora. La tierra de Artigas, donde existían murallas de granito erizadas de...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información