Ismael : 41

Ismael : 41 de Eduardo Acevedo Díaz Aquel cadáver era el de Sinfora, en efecto. Un proyectil le había entrado por el seno derecho rompiéndole una vértebra dorsal a su salida; y en el extremo de su mamaria inflada y fecunda asomaban algunas gotas de jugo lechoso casi mezcladas con el cuajarón sanguinolento. ¿A qué circunstancias se debía la presencia de Sinforosa en el combate, y cómo había conseguido ella incorporarse a la hueste después del suceso en el montecillo de arrayanes? Es lo que pasamos a explicar. Quince días habían trascurrido, desde aquel en que el escuadrón de Balta se moviera de las alturas del Arroyo Grande, en busca de su cohesión con la milicia de Manuel Artigas, cuyo movimiento en Casupá y Santa Lucía llegó a noticia de Vargas en la tarde a que hacemos referencia. Antes de caer el sol de ese día ardiente, las pobres mujeres del rancho a que se había acercado...

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