Introducción Thomas Alva Edison

POCOS son los inventos del siglo XIX que, de alguna forma, no tienen algo que ver con Edison y su laboratorio de experimentaciones: Menlo Park. Y son muchos los que nacieron como fruto de su afanosa búsqueda de nuevas soluciones para viejos problemas y de su ágil captación de realidades futuras. El telégrafo, el teléfono, el fonógrafo, la fotografía, el cine, etc., están relacionados con Edison y sus patentes. Pero, sin duda alguna, la gran realización del equipo de Menlo Park es la lámpara de incandescencia: la luz eléctrica. Al ritmo de los inventos y de los experimentos puramente técnicos va surgiendo todo un complejo entramado de teorías y de prácticas industriales y comerciales que hoy nos resultan familiares, pero que entonces representaban algo tan nuevo como revolucionario, toda una filosofía de la rentabilidad y del bienestar basado en el consumo: es viable lo que es rentable; puede hacerse realidad lo que es teóricamente posible; a necesidades nuevas,...

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