Introducción Le Corbusier

POR encima de elucubraciones metafísicas, el hombre es esencialmente objeto y sujeto de necesidades, una especie de pelota que, siglo tras siglo, va pasando del campo de las necesidades sentidas al campo de las necesidades insatisfechas. Su sino parece marcado por la fatalidad de ir con las soluciones por detrás de las necesidades. «Ya tenemos piso», además de un posible título de comedia/tragedia literaria-teatral-cinematográfica, es quizá la máxima expresión de que el hombre/pareja ha conquistado una de las metas que, paradójicamente, es el mínimo, junto con la alimentación, que exige el ser humano, víctima de otros seres humanos que le dificultan la consecución de esa meta, sobre la cual descansa, en última instancia, su más elemental felicidad. y si el «hábitat» es ante todo cobijo para defenderse de los extremos climatológicos, para salvaguardar una intimidad, mucho antes de ser lugar de comodidades, la solución parecería estar en edificar casas mínimas en...

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