Inocentes:VII

¿Inocentes o culpables? - Capítulo VII de Antonio Argerich Hemos avanzado algunos años siguiendo en su desarrollo la vida de José. Para la mejor comprensión de ciertos hechos posteriores tenemos ahora que retroceder al momento en que empezó a alborear la pasión de Dorotea por el Mayor Paz. Era este, como queda dicho en capítulos anteriores, un hombre audaz, y más que todo, un vividor insigne. Antes de entregarse Dorotea, que sentía extraños temores y remordimientos, estaba llena de escrúpulos y había impuesto un sin número de condiciones con las cuales se aturdía y trataba de engañarse ella misma. El Mayor hacía todas las concesiones que se le pedían, pero remitiendo su cumplimiento al porvenir pretextando siempre alguna disculpa hábilmente forjada. Tenía la seguridad que la tierna paloma había de caer en sus redes, pero antes de comprometerse con las exigencias de Dorotea no habría titubeado en abandonar de todo punto los trabajos tan felizmente...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información