Inocentes:V

¿Inocentes o culpables? - Capítulo V de Antonio Argerich Los días fueron sucediéndose unos a los otros, iguales y monótonos para la generalidad de los personajes que hemos presentado. Fuera de los episodios vulgares y de escaso interés que cada sol presencia en los hogares, nada que importe un cambio radical de posiciones llegó a suceder, hasta que un suceso imprevisto vino a colocar a Dorotea en brazos de un amante. Entre tanto, el pequeño José, cumpliendo la ley de su desarrollo, crecía rápidamente. Las relaciones de Dagiore con su mujer habían seguido siempre tirantes, como que el interés era el único agente que las mantenía a flote. No obstante, en los últimos tiempos estos míseros vínculos se habían aflojado casi por completo. Este resultado era inevitable, y más temprano o más tarde, tenía fatalmente que producirse. Es la terminación lógica de todas las uniones desproporcionadas. Los inconvenientes que trae la vida íntima, esas tristes...

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