Inocentes:II

¿Inocentes o culpables? - Capítulo II de Antonio Argerich Dorotea, en su nuevo estado, se sintió avasallada por extrañas y desconocidas influencias. Una causa fisiológica perturbaba en ella la trabazón lógica de sus anteriores gustos e inclinaciones. Por demás conocida es la acción especial que ejerce el embarazo en el espíritu de la mujer, y cómo se observa en la mayoría de las aberraciones morales -resultado lógico del medio, combinado con el poder del organismo y el momento funcional por que este pasa-, la joven madre no se daba cuenta de esos cambios y creía en todo proceder con suma discreción. Los frecuentes vómitos, los dolores al vientre, a las caderas, y la enojosa pesadez a la cabeza que la aquejaba, poníanla de un humor insoportable. La mujer en este estado es una pobre enferma, tal vez una loca, que debe ser considerada en todo sentido. Pero todos los hombres no son filósofos, y los que pueden reputarse como tales, dejan de serlo en su...

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