III. Ayerbe, Huesca y Robinsón Crusoe

Introducción

DOÑA Antonia casi no reconoció a su hijo cuando le volvió a ver en el verano. El estado físico de Santiago era lamentable. Los ayunos y la estricta dieta que había padecido en casa de su tío Juan habían hecho mella en su constitución. La pobre mujer se entregó con cariño a la tarea de hacerle recuperar fuerzas. Al poco tiempo Santiago se dispuso a emprender nuevas aventuras.

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