EN la noche del 30 de noviembre de 1874, el Palacio de Blenheim brilla con todas sus luces. Cientos de bujías y de lámparas lanzan destellos en las arañas de los vastos salones de recepción. Se diría que el soberbio edificio, con sus frontones griegos y sus columnatas, sus alas cuadradas y macizas, pretende borrar la noche otoñal de aquellos campos de Oxfordshire.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: