Huellas: 60

Huellas literariasLa nochebuena en el mar de Luis Bonafoux Un mar rebelde, que hacía visos de bilis colérica, oponíase con tenacidad ciega a la marcha del Tamaulipas. Grandes pirámides de olas le alzaban en vilo y le ponían perdido de agua. Crujía la madera y chirriaba el hierro dando tumbos sobre las verdosas aguas que alzaban sus ondas alrededor del barco, y se encrespaban y crecían en borbotones de espuma para escupírselos a la cara, tan pronto como se deprimían y acurrucaban humildemente, a guisa de piel de chacal que se dispone a recibir la presa, para atraerla a los remansos aterciopelados y dormidos en apariencia... La casa flotante continuaba gimiendo, como si se la abriese en canal, y llorando lágrimas salobres. Aquello era igual a viajar dentro de un trueno... Pero el Tamaulipas resistía como si tal cosa, con valor y majeza, aquel manteamiento terrible. -¿Cuántas millas? -se preguntaba. -Trescientas cincuenta trescientas sesenta y dos... largas de talle. El...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información