Huellas: 43

Huellas literariasInterview con Norton de Luis Bonafoux En esta transformación de la tragedia más terrible a la comedia más baja y repugnante -como ha dicho lord Rosebery -o en este petit roman, según ha llamado sir Thomas Lister a la aventura política que acaba de correr la Cámara francesa, se le asigna un papel trágico-cómico al negro Alfredo Norton. No he venido al mundo con la noble misión de defender hotentotes: pero, acostumbrado a ver en todas partes que el negro paga los vidrios rotos, no puedo menos de decir que Alfredo Norton no me parece tan fiero como lo pintan. Como negro, es subido de color. La prensa no le ha descripto físicamente, porque... ¡vaya usted a describir un negro! Es un ejemplar, como otro cualquiera, como todos los negros, cuya cara no refleja emoción alguna. La edad no podría averiguarla el mismo Vargas, aunque anda por «aquellas apartadas regiones». Cuando llegué a la casa número 89, de la calle Reuilly, domicilio de Norton, éste...

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