Huellas: 39

Huellas literariasAlcaldada pintoresca de Luis Bonafoux ¡No hay coches! La exclamación se parecía a la de ¡Sálvase quien pueda! Se gritaba, se injuriaba, se blasfemaba, se oían bofetadas, rodaban de los estribos cestos mujeres, y más que el principio de un viaje diríase que era el asalto por los beduinos de un tren blindado. -¡No fue floja la bofetada que le han dado a ése! -¡Ande usted, no ha sido flojo tampoco el puntapié con que le han respondido! Los empleados ríen... La máquina hace maniobras... Un energúmeno grita: ¡Al tren! ¡Al tren! Los viajeros continúan riñendo en el gallinero. ¡Ni hay bastantes asientos! El interventor trata de acomodarlos «a ver, a ver, arreglarse lo mejor que puedan». -¡Eh, caballero! ¡se ha sentado usted sobre la cesta de mis huevos! -¡Aquí no se coge más! -vocea un viajero cerrando violentamente la portezuela del coche. -Pues mi dinero es tan bueno como el de usted ¡tío sarnoso! Y el conductor: «A ver, a ver,...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información