Huellas: 09

Huellas literariasLiteraturitis crónica de Luis Bonafoux Vivimos de milagro. Como todos, cual más, cual menos, estamos locos de remate, o camino de Leganés, no hay que asombrarse de que abunden los médicos que, olvidando la seriedad del sacerdocio, se dedican a dramaturgos en copias, o en prosa vil, o lo que es peor, a periodistas al día. Esto es muy grave, porque no se puede tener confianza en un doctor que mientras examina la lengua de usted ajusta una redondilla para el Madrid Cómico, fragua un drama para la Princesa, o habla a usted del arrepentimiento y la desesperación de Espronceda... Yo me explico por eso la mortalidad de Madrid, y me extraña que todavía quede un vecino para contarlo. Médicos perfumados que gastan cestitas de raso azul para pesar criaturas, y dirigen coplas al firmamento azul... ¡El enfermo muere irremisiblemente! De esto y de otras cosas tiene la culpa Zola. Yo creo que el autor de los Rougon es en la literatura del siglo una especie de...

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