Huellas: 04

Huellas literarias La última jaqueca de Luis Bonafoux Es triste...; se anuncia un acontecimiento que me hace prorrumpir en lágrimas y sollozos: la aparición de una novela de Pérez Galdós. Yo, que no deseo el menor de los daños a mi mayor enemigo, pido a Dios, hace ya tiempo, la muerte de Galdós ¡Qué pena tan grande! Pero el Sr. Pérez Galdós tiene el deber de morirse en seguida, aunque sea suicidándose con una limonada purgante de ácido fénico, para que vivan a gusto los Episodios nacionales, Doña Perfecta, Gloria y Marianela... quitando a ésta lo que haya que quitar. Literariamente, como novelista, Pérez Galdós es un asesinado por Zola. Las últimas novelas del insigne isleño, novelas que tienen todos los defectos y ninguna de las virtudes del maestro, son insoportables. Pero hay algo muy grave en esas obras: hipnotizado por Zola, víctima de la incurable dolencia que podría llamarse obsesión del genio, Pérez Galdós ha perdido la originalidad de su...

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