Historia de la vida del Buscón: Libro Tercero: Capítulo IV

Historia de la vida del Buscón Libro Tercero: Capítulo IV: En que trata los sucesos de la cárcel, hasta salir la vieja azotada, los compañeros a la vergüenza y él en fiado de Francisco de Quevedo Echáronnos, en entrando, a cada uno dos pares de grillos y sumiéronnos en un calabozo. Yo, que me vi ir allá, aprovechéme del dinero que traía conmigo y, sacando un doblón, díjele al carcelero: -Señor, oígame V. Md. en secreto. Y para que lo hiciese dile escudo como cara. En viéndolos, me apartó. -Suplico a V. Md. -le dije- que se duela de un hombre de bien. Busquéle las manos, y como sus palmas estaban hechas a llevar semejantes dátiles, cerró con los dichos veinte y seis, diciendo: -Yo averiguaré la enfermedad y si no es urgente bajará al cepo. Yo conocí la deshecha y respondíle humilde. Dejóme fuera y a los amigos descolgáronlos abajo. Dejo de contar la risa tan grande que en la cárcel y por las calles había con nosotros, porque como nos traían atados y...

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