Guerra y Paz V

QUINTA PARTE I Avivábase la guerra y su teatro se acercaba a la frontera rusa. En todas partes se oían maldiciones contra el enemigo del género humano, Bonaparte. De los pueblos donde eran reclutados los soldados y del teatro de la guerra llegaban noticias diversas, como siempre; falsas y, por tanto, interpretadas diferentemente. Las vidas del príncipe Bolkonski, del príncipe Andrés y de la princesa María habían cambiado mucho a partir de l805. En l806, el anciano Príncipe había sido nombrado uno de los ocho generales en jefe de las milicias formadas en toda Rusia. El anciano Príncipe, a despecho de la debilidad propia de sus años, debilidad que se había acentuado mientras creyó que su hijo había muerto, decía que no cumpliría con su deber si se negaba a desempeñar una función a cuyo ejercicio había sido llamado por el mismo Emperador. Aquella nueva actividad que se abría ante él le excitaba y le daba fuerzas. Viajaba siempre por las tres provincias que le...

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