Grito de gloria : 27

Grito de gloria : 27 de Eduardo Acevedo Díaz En las horas de esa noche y en el siguiente día notose mayor movimiento que otras veces en el recinto. Súpose que el general Lecor en persona había visitado los puestos y cuarteles, trasmitido órdenes terminantes, apresurado preparativos de marcha y tenido una larga conferencia con el coronel Riveiro. Decíase que, a pesar del celo y actividad desplegados para integrar la columna de aquel jefe con infantería y artillería, el equipo no podría hacerse sino de allí a dos días; lo que había visiblemente contrariado al fogoso guerrillero río-grandense, cansado de una quietud que iba en pugna con su carácter emprendedor y atrevido. El desastre del Rincón de Haedo, llamado vulgarmente «de las gallinas», lo tenía irascible. Había oído decir que el nombre de la estratégica península del Uruguay y el Negro, había sido justificado en un todo...

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