Grandes esperanzas: 55
Grandes esperanzas
de Charles Dickens
Capítulo LV
A1 día siguiente fue llevado al Tribunal de Policía, e inmediatamente habría pasado al Tribunal Superior,
a no ser por la necesidad de esperar la llegada de un antiguo oficial del barco-prisión, de donde se escapó
una vez, a fin de ser identificado. Nadie dudaba de su identidad, pero Compeyson, que le denunció, era
entonces, llevado de una parte a otra por las mareas, ya cadáver, y ocurrió que en aquel momento no había
ningún oficia l de prisiones en Londres que pudiera aportar el testimonio necesario.
Fui a visitar al señor
Jaggers a su casa particular, la noche siguiente de mi llegada, con objeto de lograr sus servicios, pero éste
no quiso hacer nada en beneficio del preso. No podía hacer otra cosa, porque, según me dijo, en cuanto
llegase el testigo, el caso quedaría resuelto en cinco minutos y ningún poder en la tierra era capaz de
impedir que se pronunciase una sentencia condenatoria.
Comuniqué al señor...
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