Grandes esperanzas: 39
Grandes esperanzas
de Charles Dickens
Capítulo XXXIX
Había cumplido veintitrés años. Ni una sola palabra oí hasta entonces que pudiese iluminarme con
respecto al asunto de mis esperanzas, y hacía ya una semana que cumplí mi vigesimotercer aniversario. Un
año antes habíamos abandonado la Posada de Barnard y vivíamos en el Temple. Nuestras habitaciones
estaban en Garden Court, junto al río.
El señor Pocket y yo nos habíamos separado hacía algún tiempo por lo que se refiere a nuestras primeras
relaciones, pero continuábamos siendo muy buenos amigos. A pesar de mi incapacidad de dedicarme a
nada, lo cual creo que se debía a la intranquilidad que me producía la incertidumbre del origen de mis
medios de vida, era muy aficionado a leer, y lo hacía regularmente durante muchas horas cada día. El
asunto de Herbert progresaba también, y los míos eran tal como los he descrito al terminar el capítulo
anterior.
Los negocios habían obligado a Herbert a dirigirse a...
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