Gotas de Sangre: 61

Gotas de Sangre (Crímenes y criminales) de Luis Bonafoux Por estar así Entre Lemoine, que salió de la cárcel, y Rochette, que tiene vistas a la calle, metieron en chirona a Juana Gilbert. Es lo que tiene París, que los sucesos duran poco en el cartel. Como cine, no hay otro en Europa. Juana Gilbert, perteneciente al ramo de envenenadoras por vocación, está hoy en candelero... fúnebre, acusada de haber envenenado, entre otras personas de la familia de ella, a su padre, su madre y no se sabe si a su abuelo también. El veneno que le servía para operar radicalmente a sus víctimas era siempre el mismo: arsénico. La forma de suministrarlo era lo único que variaba. Lo suministra en tortas, en quesos, en uvas, etc., y su repostería no fallaba ninguna víctima. Si alguna se hacía la remolona en comer, por ejemplo, el queso que la destinaba, al punto la decía: -Cómalo usted... ¡Es más rico...! Envenenaba por codicia y por afición. La idea de heredar al pariente a...

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