Gotas de Sangre: 45

Gotas de Sangre (Crímenes y criminales) de Luis Bonafoux El doctor Zoquete Si la ogresa Juana Weber, de quien tantas veces he hablado en este sitio, no fuese analfabeta, podría suponérsela tocada de la monomanía de hacer hablar de ella a los papeles. Absuelta una vez más de la acusación de haber estrangulado una criatura, hija del aldeano Bavouzet, quién le hizo el disparatado servicio de recogerla en su propia casa, Juana Weber, mostrándose confusa y arrepentida de liviandades que no podía negar, aceptó el asilo que le propuso su bienhechor, el exmagistrado Bonjean; pero poco después huyó de él, dejándole con tres palmos de narices. Volvió el buen señor a recogerla; volvió ella a escaparse, y después de servir en dos casas de familias con niños, que de milagro no han muerto estrangulados, vino a correrla a París, donde la prendieron unos guardias que cazaban prostitutas. Y ahora dice el bendito ex magistrado que no hay forma de meter en cintura a la...

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