Gotas de Sangre: 14

Gotas de Sangre (Crímenes y criminales) de Luis Bonafoux Descuartizamientos mujeriegos Si alguna vez, lector, tropiezas en tus paseos veraniegos por París con un transeúnte que quiere entregarte un paquete, diciéndote: «Hágame usted el favor de guardarme esto un momento, que en seguida vuelvo», no lo tomes por nada del mundo, porque, si no es un feto, es la cabeza de una mujer descuartizada; y si, curioso de cuadros a lo Eugenio Sue, te asomas a la puerta Saint-Ouen, a la barrera Clichy, al solitario espacio comprendido entre el final del bulevar Malesherbes y el comienzo de Asnières, o a otra puerta de las siniestras de París, y ves un paquete en el suelo, por nada del mundo te acerques a examinarlo, porque tropezarán tus dedos con el mondongo de una meretriz destripada. Por curiosa, se expuso a morir de un susto la persona que en la puerta Clignancourt se acercó a examinar un misterioso paquete, que no contenía turrón de Jijona, sino las siguientes prendas de...

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