Gloria: 42

Gloria Segunda parte - Capítulo III de Benito Pérez Galdós Cosas que se ignoran y otras que se saben y deben decirse La casa no estaba lo mismo que el año anterior. El jardín hallábase bastante descuidado, creciendo en él o con excesiva libertad o sin la cariñosa esclavitud del jardinero las flores de primavera que ornaban sus verdes cuadros. Los arbustos y árboles de sombra, los recortados setos, las enredaderas de mil brazos, el césped y los tiestos vivían angustiadamente bajo el imperio del olvido. En cambio los caracoles sacaban el vientre de mal año en aquellos meses, y se extendían, cual inmenso rebaño jamás saciado, por todo lo verde, subiendo por los tallos arriba hasta llenar de inmundas babas la más alta hoja; que tal es el oficio de estos ministros de la envidia. Algunos tenían tal descaro que se subían por las faldas de D.ª Serafina y la observaban con sus ojuelos y movían ante ella sus expresivos tentáculos, como diciendo: «¿qué habrá...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información