Gloria: 17
Gloria Primera parte - Capítulo XVII
de Benito Pérez Galdós
El vapor Plantagenet
Retrocedamos unas cuantas horas.
Después que Su Ilustrísima, bajando de paseo a la playa, dijo aquellas palabras: «¡pobres marineros, pobres navegantes!» siguieron andando a toda prisa para guarecerse en la casilla del resguardo. Todos deploraban el chasco, y aunque D. Ángel reía para animar a los demás, antes se oían quejas que felicitaciones en el grupo. El grave doctor López Sedeño tuvo la mala suerte de meter su pie derecho en barro hasta la pantorrilla, con lo que todos recibieron un gran disgusto. Por fin llegaron a la casilla del resguardo, que fue como tocar la tierra después de un largo viaje por entre escollos y tempestades.
-Es cosa de cantar un Te-Deum -dijo Romero sacudiéndose la ropa.
D. Ángel, tomando asiento en un barril vacío que le presentaron con tal objeto, repitió:
-¡Pobres marineros!
En el mismo instante oyose un cañonazo. Era un buque que pedía...
Está viendo el 7% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas