Gino Scartaghiande

Sonetos de amor para King Kong Hay viejos que duermen me dan risa los océanos con sus profundidades verdes. No te vayas, te lo ruego. Mira, no soy precisamente yo, sino el más hondo barranco del universo para recibirte. Las estrellas de tu esperma estallan dentro de mí, ninguno de nosotros dos es éste o aquél. Hay viejos que duermen en la estación. Por los suelos. ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ Que por lo menos Ayuda a que se vayan las palabras. Sentido. Sinsentido. Pero no es la verdad. Es una cuestión poco interesante. Es la coerción de dos mil años de literatura. Pero no es justamente que las cosas jamás pensadas se pusieran a temblar así, sucede que por lo menos se comienza a balbucir tras el silencio de las palabras y el mal atroz que nos hicieron siempre a propósito de esos sentidos, porque la palabra guerra tiene fusiles que matan, deveras, y también ayuda a que se vayan las palabras. ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ Que...

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