España trágica : 31

España trágica : 31 de Benito Pérez Galdós De mal talante se apartó Ibero de las malditas cornejas, y procurando olvidar los lúgubres vaticinios, fue corriendo a su casa, ganoso de llevar a la familia las felices nuevas. Sin tardanza volvió al Ministerio, y apenas entró en la alcoba donde el General yacía, pudo advertir en las caras de los amigos presentes que las impresiones lisonjeras habían cambiado en el corto tiempo de su ausencia. Había dejado al héroe incorporado en su lecho, y le encontraba rígidamente tendido en todo su largo, la cabeza hundida en las almohadas. Habíale dejado parlero y casi jovial, y le encontraba con la cara intensamente terrosa, la mirada fija en el techo con atención incierta. No hizo el Coronel a los circunstantes pregunta alguna. Todos miraban al General, esperando que hablase. Al fin el héroe y mártir dejó caer de sus labios una vaga pregunta: «¿Qué hora...

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