España trágica : 3

España trágica : 3 de Benito Pérez Galdós Prosiguieron asiduamente las visitas con regocijo por parte de las dos madres. Fernanda revivía, tornaba visiblemente a su prístino ser. Vicente, más enamorado cada día, no había logrado aún la completa tranquilidad del ánimo, porque el misterio que en la vida anterior de su novia traslucía continuaba indescifrado. En sus discreteos galantes, de exquisita delicadeza, intentó alguna vez provocar una confidencia leal; pero Fernanda enmudecía, y un celaje obscuro pasaba sobre su rostro hechicero y místico. Desde su ventana, antes de bajar a la visita, solía el joven hablar con ella, y aun tomar parte en el candoroso divertimiento de la señorita con los nenes. Oía la inocente cantinela: ambo ató matarilerilerite, y contestaba: matarilerilerón... En el juego de escondites intervenía con los risueños avisos de: frío, frío... caliente......

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información