Epitafio para la sepultura del mismo

Epitafio para la sepultura del mismo[1] de Hernando de Acuña  Aquella luz que a Italia esclarecía  y ahora con morir la ha oscurecido,  aquel alto valor que siempre ha sido  columna do virtud se sostenía,    aquel saber de donde procedía  el remedio y restauro en lo perdido;  aquel sublime esfuerzo, tan temido,  del fuerte corazón que no temía.    aquel gran ser do junto se hallaba  el consejo y efecto, en paz y en guerra,  para hazañas de inmortal memoria;    y, en fin, a quien el mundo no bastaba,  aquí lo cubre muerte en poca tierra,  y lo que mereció goza en la gloria. ↑ Se refiere al Marqués de Vasto Sonetos y poemas de Hernando de Acuña Sonetos: A la soledad - A una dama - Ajeno fue, pues fue sólo un momento - Al Marqués de Pescara - Al Marqués de Vasto - Al Rey nuestro Señor - Amor me dijo en la mi...

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