Entre naranjos : 2-02

Entre naranjos de Vicente Blasco Ibáñez Segunda ParteII Toda la noche la pasó Rafael despierto y revolviéndose en su cama. Los partidarios le habían obsequiado con una serenata hasta más de medianoche. Los más notables se mostraban ofendidos por haber pasado toda la tarde en el Casino esperando en vano al diputado. Este apareció allí al anochecer, y después de estrechar de nuevo manos y contestar a saludos, como por la mañana, volvió a su casa, sin atreverse a levantar la cabeza ante su madre. Tenía miedo a aquellos ojos iracundos, en los que podría leer seguramente el relato de cuanto había hecho por la tarde; pero al mismo tiempo abrigaba el propósito de desobedecer a su madre, oponiendo a su energía una resistencia glacial. Apenas terminó la serenata se metió en su cuarto, huyendo de toda explicación con doña Bernarda. Hundido en la cama y apagada la luz,...

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