En la sangre:XXXVI

En la sangre - Capítulo XXXVI de Eugenio Cambaceres Matando caballos llegó de noche un chasque desde el pueblito. Anunciaban por carta de Buenos Aires hallarse enfermo el padre de Máxima, grave. Ni remota posibilidad, ni qué pensar había en regresar los tres a la ciudad. Esperaba salir aquélla por momentos de cuidado; no le permitía moverse su estado. ¿Emprender viaje sola la señora? Fue su primera inspiración. Pero, cómo, por otra parte, separarse de su hija, resignarse a dejarla así, en el azaroso trance de su parto, de un primer parto especialmente, lejos de todo centro de recursos, abandonada a los cuidados del marido, de un hombre... qué entendían los hombres de estas cosas... y luego, él, Genaro... ¡Ah!, bien se hacía cargo ella de la situación de su pobre hija, bien veía el cariño que profesaba aquél a su mujer, el interés que le demostraba, cómo vivían los dos, había tenido por desgracia suya ocasión de estudiarlo, de observarlo, sabía de lo...

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