En la sangre:XXII

En la sangre - Capítulo XXII de Eugenio Cambaceres -¿Es muy difícil ser admitido de socio en el Progreso? -Según; ¿por qué me lo preguntas? -Por nada, así no más, te hablo de eso como de otra cosa cualquiera. -Depende del candidato, y también del modo como puede hallarse compuesta la comisión. Los viejos, los socios fundadores, son generalmente más claros, más llenos de escrúpulos y de historias. Retrógrados, reacios por principio y por sistema, entienden que el Club de hoy, sea el mismo de antes; no les entra que han corridos veinte años desde entonces, que hicieron época ellos ya, ya que las mujeres de su tiempo son hoy mujeres casadas, mancarronas con media docena de hijos la que menos y que el Club así es un velorio. Los jóvenes, los muchachos, no pasan de seguir siendo muchachos para ellos, mostacilla... apenas si se resignan a mirar -y no por cierto de muy buen ojo- que uno que otro tenga entrada; y ha de pertenecer al número de los elegidos ése,...

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