En la sangre:XL
En la sangre - Capítulo XL
de Eugenio Cambaceres
Una primera, una segunda vez, luego tres, cuatro veces halló a Máxima dispuesta, pronta a acceder a los deseos por él manifestados.
Sin observación alguna ni reservas, sin indagar, sin saber a punto fijo, sin idea clara del alcance de sus actos, buenamente escribía ésta su nombre, prestaba a ciegas su firma.
Papel sellado, rúbricas, escribanos, testigos... Nada comprendía ella de todo eso, ni hacía por comprender, ni le interesaba tampoco.
¿Qué podía importarle un puñado de dinero a trueque de que la dejara en paz, de que la librase de su presencia Genaro? Sí, que para nada se ocupase, que nunca llegase a acordarse de ella él, como si no existiese en el mundo tal mujer, vivir tranquila, retirada y sola, era lo único que pedía, lo que sí entendía que fuese así, lo que sí exigía de su marido.
¡Con tal de tener a su hijo allí, a su lado, de que el cielo se lo conservase!...
En presencia sin embargo de...
Está viendo el 8% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas