En el verano

Ahora es difícil creerlo; pero hace veinte años en este mismo lugar no había ninguna ciudad. En vez de edificios y avenidas, en vez de frisos y balcones, yacían las ruinas de otras casas y sitios parecidos a éstos. Tú has caminado por estas calles, has recorrido museos y cafés, has comido en bares y en restaurantes de lujo, has dormido en cómodos hoteles. Te has acostado con lindas muchachas que te cantaban al oído extrañas canciones, te has emborrachado a las orillas del Vístula y has visto en el invierno la emigración de los pájaros. Has visto una gran ciudad y no puedes creer que el fascismo se haya ensañado de tal manera en ella. Varsovia está llena de luz. Y tú la amas y sientes que Polonia es un país eterno, sientes que lo que has visto no perecerá nunca. Desde su cuarto, en el último piso del Hotel Bristol, Anna miraba el Vístula y las barquichuelas que navegaban por él. Recién llegada, vestida aún con la ropa de viaje y con las maletas tiradas sobre la...

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